Es usual que las ideas comienzan en Europa o Estados Unidos pero más tarde o más temprano nos alcanza.
En Europa ya hay una modalidad de intercambio de casas para pasar vacaciones u otras actividades, que incluyen negocios.
Desde la película The Holiday, en donde Cameron Diaz y Kate Winslet intercambian domicilio por un tiempo, para olvidar o renovarse, cada una de un desengaño amoroso, la modalidad se ha difundido y cada vez más personas se suman a la idea, como una forma de vacaciones más baratas, lo que permite también cambiar de geografía sin circular por hoteles y toda la administración que ello conlleva.
Desde siempre, el hecho de que los hoteles no favorecen el turismo Single, con precios más elevados y conflictivos paquetes turísticos, las personas que viajan solas, encuentran dificultades, no sólo para encontrar hoteles, sino para cualquiera de los servicios de un paquete turístico como salidas, espectáculos, traslados.
Ya que deben manejarse solos, tener el problema de la vivienda resuelto facilita las cosas, para comenzar que pueden encontrar, dentro de la geografía elegida, un sitio cercano a donde les interesa estar, independiente de las zonas hoteleras que suelen estar en zonas más caras que viven del Turismo.
El intercambio de casas se está convirtiendo en una buena opción para tiempos de burbuja inmobiliaria.
La modalidad presenta algunas contrariedades, como la exposición de la intimidad o el hecho de que se está permitiendo el uso de objetos dentro de la casa, cuidado de cristalería u objetos de valor sentimental.
Sin embargo, es una alternativa que para los que deciden tomarla, hay más satisfacciones que contrariedades, al menos es lo que se transmite de estas experiencias.
Otros opinan que dejar la casa a un desconocido es una situación peligrosa, se tiene a desconfiar que al volver, se encontrará con una casa vacía, pero la idea es que el otro corre el mismo riesgo con usted.
Esta práctica de intercambio no es tan nueva como se cree, es parecida a la de intercambio de estudiantes, o a la de intercambio de profesores, tan común en Europa, en la zona de las grandes universidades.
En ese momento, había grandes catálogos de personas que dispuestas para este tipo de intercambio con el objeto de poder realizar experiencias de estudio en diferentes países. Actualmente la práctica se ha ampliado incluyendo el objetivo del turismo.
Incluso no debería descartarse como intercambio permanente, como un modo de encontrar un nuevo hogar por necesidades, a veces, encontrar coincidencias en este intercambio no es tan extraño.
En Argentina es más usual el intercambio de estudiantes, pero no se descarta plantear un catálogo para ofrecerse al intercambio. Sería una excelente idea en época de crisis que permitiría viajar, conocer, aprender.
Ya hay sitio en internet donde anotarse para participar, en donde con un monto mínimo de suscripción, puede intentarse llegar a un intercambio satisfactorio.